Anticipación
Preparándose para la atención de salud
Enfrentarse a una situación nueva como la atención de salud, es una experiencia difícil e incluso traumática para muchos niños y niñas pequeños y para aquellos que tienen alguna alteración del neurodesarrollo, como las personas con condición del espectro autista (CEA). Explicarle a un lactante o preescolar lo que va a pasar en esa atención, prepararlo para enfrentarla de mejor manera es una práctica que empieza a hacerse cada vez más familiar, a partir de la experiencia y el desarrollo alcanzado en el trabajo con personas con CEA.
La atención de salud, independiente de sus características, siempre genera un cierto grado de ansiedad. Para los niños y niñas pequeños y para aquellos que tienen alguna alteración del neurodesarrollo, esta experiencia puede ser aún más compleja, ya que les cuesta o no pueden comprender de qué se trata, se realizan en espacios distintos a los familiares, con personas desconocidas que en este momento ademásy producto de la pandemia usan tantas medidas de protección personal, que el contacto, la comunicación y el vínculo necesario para conectarse y reconfortar a los niños, se ve dificultado. Además, se usan exámenes y pruebas con instrumentos desconocidos, que incluso pueden provocar molestias y dolor.
La necesidad de preparar a las personas que vamos a atender y a sus familias, facilita tanto la evaluación como la intervención sanitaria que se realice, pero por sobre todo mejora la experiencia de los usuarios, generando vínculos, disminuyendo los temores y logrando resultados más confiables que contribuyan a disminuir la incertidumbre diagnóstica y favorezcan las terapias y la rehabilitación.
La anticipación ha sido pensada para preparar a los niños, niñas y jóvenes con CEA para enfrentar de la mejor manera nuevas actividades, que alteran sus rutinas, disminuyendo de este modo la ansiedad y propiciando un mejor control emocional, que favorezca y facilite la experiencia.
En el ámbito sanitario son varias las organizaciones, instituciones de salud y profesionales del área, que utilizan esta estrategia de atención con buenos resultados.
A partir de esta evidencia y la experiencia reportada, he estado incorporando este tipo de atención en lactantes, preescolares y en aquellos niños y niñas que, por sus características personales y experiencias previas en entornos sanitarios, son muy difíciles de examinar, lo que genera un gran nivel de estrés en ellos, sus padres y los profesionales que los atienden.
Anticipar es preparar, usando distintas estrategias, a ese niño o niña para una intervención de salud, que puede ir desde su control sano a intervenciones de mayor complejidad. Así, podemos realizar encuentros online sincrónicos incluso antes de el primer contacto personal, donde conozcamos al niño o a la niña, su entorno familiar y escolar, juguemos, cantemos, les contemos cuentos o compartamos alguna actividad con la que se sientan identificados. Estos encuentros pueden ser útiles también, para generar o mantener los vínculos necesarios para intervenciones más largas, como pueden ser las terapias o la rehabilitación de ciertas patologías.
En el ámbito de la oftalmopediatría en el cual trabajo, uso cada día más este abordaje de atención, jugando con los niños y niñas, dejándolos que pinten y conversando con ellos sobre temas que les puedan interesar, antes de la atención. De esta y otras formas, logro mayor conexión, disminuyo la ansiedad de todos los involucrados y evalúo en todo momento, su condición visual.
Esta atención que incorpora acciones que van más allá de lo que hacemos comúnmente en nuestra práctica clínica, nos ayudan a enfocarnos de mejor manera en el bienestar emocional de nuestros pacientes, pilar fundamental de la atención sanitaria. Sin embargo, en contextos de alta demanda por atención de salud, sumado a las crecientes exigencias de mayores rendimientos de atención, la incorporación de actividades como las descritas puedan verse dificultadas, ya que podrían demandar mayores tiempos de atención. Sin embargo, en mi experiencia, creo que este abordaje puede incluso disminuir los tiempos de atención, ya que los niños se encuentran calmados, más enfocados y con ganas de participar, lo que facilita en gran medida la evaluación, la obtención de resultados y mejora la satisfacción de los involucrados, atributos deseados por los profesionales sanitarios y las instituciones de salud donde trabajan.
Autora : Claudia Goya