Encontró al mago sentado sobre una estera, mientras sobre unas tulpas, que son las piedras dentro de las cuales se coloca el fuego del hogar, hervía una olla. El joven ambicioso saludó con mucha cortesía y sin más le dijo al anciano:
Cuento
Deja caer el arma al suelo, se sienta, se toma la cabeza con las manos que luego deja deslizarse por su cara dejando todo en una oscura calma.
Así empezó la corta entrevista que sostuve con Enerio, un burro quinceañero que me contó detalles, historias y anécdotas de su vida y de los de su raza. Al principio pensé que no hablaría conmigo, pues a los burros no les interesa contar sus más íntimos secretos a los humanos, sin embargo, tras varios meses de porfiar en el intento encontré la forma de atraer su confianza: